CONOCIENDO Y
ADAPTANDO EL RIESGO DE NUESTRAS INVERSIONES
Un aspecto clave para mejorar nuestras inversiones es
controlar, o al menos conocer, el riesgo medio que tenemos en nuestras
inversiones y saber adaptar ese riesgo por un lado a nuestro perfil inversor y
por otro lado a la situación actual del mercado.
Para entender este aspecto, me gusta recurrir a comparar el
mundo de las inversiones con el de un equipo de fútbol.
Principales
Actores y Categorías
Lo primero es conocer qué tipo de instrumentos (qué
jugadores) tenemos a nuestro alcance y qué podemos esperar de cada uno de
ellos. Un esquema básico, sin entrar mucho en detalle podemos distinguir los
siguientes actores:
1.
El portero. Estaría representado por el
dinero que tenemos en las cuentas corrientes, los depósitos bancarios y fondos
de inversión monetarios. Apenas nos van a dar rentabilidad, pero son
instrumentos con un riesgo muy bajo en los que tenemos bastante seguridad de
que al menos no vamos a perder nuestro dinero.
2.
Los defensas. En esta categoría, incluyo
principalmente la renta fija, tanto en forma de compra directa, ya sea deuda
pública (bonos, letras del tesoro) o corporativa (bonos de las diferentes
empresas: Telefónica, Santander, …) como de una forma más sencilla, los fondos
de inversión de renta fija. Tiene un riesgo bajo, defienden bastante bien
nuestro capital, aunque la rentabilidad que podemos obtener de ellos es pequeña
(entre 1% a 5% TAE).
3.
Los centrocampistas. Aquí englobaría
principalmente a los fondos mixtos, en los que damos libertad al gestor del
fondo para que según vea cómo va el partido, invierta nuestro dinero en la
renta fija (si las cosas van mal y hay que defender nuestro capital) y pase una
parte a renta variable para aprovecharse de la buena racha del mercado. Estaríamos
asumiendo un poco más de riesgo, pero a cambio podemos obtener una mayor
rentabilidad. Por poner unos valores de referencia estaríamos hablando entre 3%
a 10% TAE
4.
Los delanteros. Es la parte más agresiva
de nuestro equipo. Van a buscar la rentabilidad, pero descuidan un poco la
defensa de nuestro capital. Puede obtener una mayor rentabilidad (10% a 20%
TAE), pero si las cosas vienen mal dadas, podemos perder una buena parte de
nuestro dinero. Estaría formado por los fondos de inversión en renta variable,
la compra directa de acciones de alguna compañía y siendo aún más agresivos,
los productos derivados (futuros, CFDs, etc.)
En cada una de estas categorías hay muchos matices al igual
que en el futbol. Dentro de la defensa (renta fija), puede haber jugadores más
rocosos que defienden muy buen (fondos conservadores) o defensas alocados que
pueden llegar a ser un coladero (renta fija más arriesgada). De igual forma, un
centrocampista (fondos mixtos), puede ser de corte defensivo (si invierte la
mayoría en renta fija) o un centrocampista más atacante (fondos mixtos más
tolerantes al riesgo).
Clasificando
nuestra cartera
Mucha gente que comienza a invertir en bolsa, comienza a
comprar unas acciones por recomendación de algún conocido o algún medio de comunicación.
Si la cosa va bien, luego compra más acciones que alguien le ha dicho que van a
dar un pelotazo y así poco a poco va comprando activos, sin tener claro el
riesgo que está asumiendo.
Por ello, para mi es clave tener claro en todo momento cuál
es la composición actual de nuestro equipo, clasificando todo nuestro capital
(y cuando digo todo, incluyo también ese dinero que tenemos en la cuenta
corriente que usamos para el día a día) en estas 4 categorías.
Así obtendremos una tabla similar a esta, con el porcentaje
de reparto de nuestro capital.
CATEGORÍA
|
Tipo de Inversión
|
%
|
|
Portero
|
MONETARIO
|
Cuenta Corriente, Depósitos
|
50%
|
Defensas
|
RENTA FIJA
|
Renta fija, bonos
|
20%
|
Centrocampistas
|
MIXTOS
|
Fondos Mixtos
|
0%
|
Delanteros
|
RENTA VARIABLE
|
Acciones, Fondos Renta Variable
|
30%
|
En base a ello, y para inversores más experimentados, la
tabla anterior podría completarse añadiendo un nivel más de la subcategoría de
nuestro activo, es decir, si nuestro centrocampista es defensivo u ofensivo, si
el fondo es Moderado o Tolerante, si invierte en Renta Fija Europea o de Países
Emergentes, etc.
Nuestra labor de
entrenador
A partir de aquí, nuestra función como gestor de nuestras
inversiones, será la de ser el entrenador de nuestro equipo, teniendo en cuenta
dos aspectos fundamentales:
·
Cuál es nuestra situación personal y qué tipo
de inversor soy. No es lo mismo el riesgo que puede asumir una persona
joven o unos ingresos elevados, que puede hacer un equipo más ofensivo, que una
persona jubilada o con ingresos bajos, que principalmente tenderá a hacer un
equipo defensivo, destinado a conservar sus ahorros de toda la vida.
·
Cuál es la situación del mercado. Por muy
agresivos que seamos, cuando el mercado está en una tendencia negativa,
tenderemos a hacer un equipo más defensivo, mientras que si la tendencia del
mercado es alcista, podremos atacar más con un equipo más ofensivo
Como nuestra situación y sobre todo la situación del mercado
va cambiando continuamente, lo ideal es revisar periódicamente esta
distribución y ver qué jugador está funcionando mejor (cumpliendo las
expectativas de rentabilidad-riesgo) y qué es lo que no está funcionando e ir
introduciendo pequeños ajustes a nuestro equipo.
En este sentido, hay que tener en cuenta que nos estamos
fijando un nuestra situación personal y la tendencia general del mercado, que
son aspectos que no cambian todos los días, sino que son más una situación de
medio plazo. Por ello, mi recomendación no es controlar todos los días o todas
las semanas la composición de nuestra cartera, sino simplemente realizar un chequeo
trimestral de la distribución de nuestros activos y la situación de mercado y
valorar si es necesario realizar algún cambio o seguimos confiando en todos los
jugadores de nuestro equipo. Es como ser más un seleccionador (hacer pocos
cambios a lo largo del año), que un entrenador de un equipo que tiene que estar
todas las semanas haciendo un equipo diferente.
Tanto si eres un inversor activo, con muchas operaciones al
mes, como si eres un inversor pasivo, que apenas miras tus inversiones, no
dejes nunca de hacer esta revisión periódica de tu situación. Es fundamental
para obtener resultados consistentes a largo plazo.
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